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Preguntas para el tintero

Por Patricia Ramírez

Mi madre cortaba la cebolla ágil y eficazmente: sostenía con fuerza en la mano izquierda la mitad de una cebolla al tiempo que con la mano derecha la acribillaba con rápidos y sincronizados machetazos (mi madre no usaba cuchillos de cocina como los que venden en las tiendas departamentales, sino un machete de tamaño mediano). El resultado era un montoncito de pequeños trocitos del tubérculo que cumplían cabalmente con el calificativo de “cebolla finamente picada”.

A la fecha, nunca he podido comprender por qué cuando llegó el momento de enseñarme a cocinar, sacó un cuchillo común de algún lugar que yo no sabía que existía, puso un pedazo de cebolla sobre una tabla de cocina, y con toda delicadeza me enseñó a cortar la cebolla como los chefs de la televisión: Como si lo hubiera hecho toda la vida, sostuvo con los nudillos la cebolla, y deslizo el cuchillo con suavidad sin que este se despegara por completo de la tabla ni por un momento.

Algo similar pasó cuando me enseñó a coser: aunque ella pisaba el pedal de la máquina y cosía uniendo las piezas casi instintivamente, a mi me enseñó a hilvanar previamente; ni hablar de los deshilados y bordados que ella hacía de memoria, pero que intentó enseñarme usando revistas de manualidades que compraba en alguna tienda departamental.

Este tipo de ideas me asaltaron este fin de semana, luego de escuchar las quejas de un amigo sobre un curso de especialización.

Me explicó con cierta decepción que aunque se podía adivinar que el ponente sabía mucho (como dejaba ver de vez en vez), la mayor parte del tiempo, en lugar de compartir anécdotas, experiencias, o casos de estudio, se contentaba con citar referencias y frases de otras personas cada vez que se le pedía más información o clarificar un asunto.

Como cierre de su plática, mi amigo me compartió una presentación que les envió el tutor para ejemplificar el uso de una aplicación que les podía servir para mejorar sus habilidades. Con gran decepción mi amigo descubrió en la presentación, un par de láminas tituladas Lorem Ipsum y completadas con el famoso texto en latín que sirve como apoyo a los diseñadores para mostrar cómo se verá su diseño final sin tener la versión definitiva de lo escrito.

Pensando en el ponente del curso sabatino, me acordé de mi madre tratando de enseñarme cómo otros hacían lo que yo quería aprender de ella y me pregunto porque, a pesar de saber hacer algo, cuando se nos pide compartir nuestro conocimiento preferimos mostrar frases y técnicas de otros en vez de compartir lo que efectivamente sabemos tal y como sabemos hacerlo. Acudimos a libros y presentaciones hechas por los demás, y nos esforzamos por encajar un conocimiento que no es nuestro, en plantillas que también fueron diseñadas por otros.

Al final, terminamos por compartir lo que otros enseñan en vez de compartir lo que sí sabemos, y no puedo evitar preguntarme ¿Cómo llegamos a esto? Otra pregunta para el tintero.

23 de febrero de 2021

* Patricia Ramírez es una periodista mexicana radicada en la ciudad de Querétaro. Ha colaborado con diversos periódicos y revistas en Estado de México, Ciudad de México, Cancún, Playa del Carmen y Querétaro.